Este artículo se centra en la segunda área de negocios clave que analizamos en el informe: contabilidad e impuestos. Analizaremos algunas de las perspectivas del Índice Global de Complejidad Corporativa (GBCI) de este año, junto con los comentarios de nuestros expertos en la materia.
Complejidad en aumento
La contabilidad y los impuestos son pilares fundamentales de las operaciones empresariales en todo el mundo. Pueden contribuir a la complejidad general de hacer negocios, debido a la carga que supone su administración y los requisitos de información asociados. También pueden acarrear consecuencias tan graves como el cese forzoso de las operaciones o incluso el encarcelamiento, en caso de faltas o negligencias. Trabajar correctamente en estos ámbitos es crucial para alcanzar el éxito en cualquier empresa global.
Sin embargo, estas dos áreas se vuelven cada año más complejas. En 2020, el 40 % de los expertos en contabilidad e impuestos de TMF Group en todo el mundo afirmaron que preveían que el cumplimiento normativo se volvería más complejo en los próximos cinco años. Esta cifra no ha dejado de aumentar desde entonces hasta alcanzar el 45 % en 2023, lo que demuestra que muchas organizaciones se enfrentan a una carga operativa mayor que hace tres años, y que puede volverse más onerosa en los próximos años.
Las normas son cada vez más estrictas
Año tras año, las normas contables y fiscales son más estrictas. Por ejemplo, ahora no es tan habitual poder hacer negocios sin estar registrado ante las autoridades fiscales pertinentes: esto sólo será posible en el 13 % de las jurisdicciones a nivel mundial en 2023. Esto incluye jurisdicciones como las Islas Caimán y EE. UU., donde hacer negocios suele ser más simple y los gobiernos trabajan activamente para que todas las fases de constitución y funcionamiento de una empresa sean lo más sencillas posible.
Por ejemplo, en las Islas Caimán no se grava el impuesto de sociedades, por lo que la administración fiscal de las empresas establecidas allí es menos complicada. Dicho esto, recientemente se han implementado en las Islas Caimán requisitos adicionales de auditoría relacionados con los fondos, lo que significa que hay otras áreas de la administración empresarial con una mayor carga.
"El requisito de auditoría para algunas entidades, como los fondos privados, que se introdujo en los últimos años, puede suponer una complicación adicional imprevista para algunos clientes".
Experto de TMF Group, Islas Caimán
También es cada vez más común que las jurisdicciones impongan la necesidad de obtener una licencia comercial antes de empezar a operar, así como la necesidad de realizar auditorías fiscales. En 2023, las empresas tendrán que ser auditadas en el 95 % de las jurisdicciones de todo el mundo, lo que demuestra que, en la gran mayoría de los mercados, es inevitable cumplir las normas contables y fiscales.
Algunos aspectos locales en materia de contabilidad e impuestos en aumento
Determinados aspectos de la contabilidad y la administración fiscal están cada vez más localizados dentro de las jurisdicciones, lo que exige que quienes ocupan determinados cargos o desempeñan determinadas funciones dentro de una empresa estén presentes en el país en cuestión o sean ciudadanos locales. Esto puede resultar complejo para las organizaciones multinacionales que han tratado de encontrar eficiencias o ahorro de costos a través de la centralización contable y fiscal, o para las que los directores y los asesores contables y fiscales sénior pueden estar ubicados en otro lugares.
Desde 2020, más jurisdicciones exigen que el representante fiscal o legal de una entidad sea un ciudadano local. Esto puede dejar a las organizaciones con la necesidad inesperada de nombrar a un miembro adicional del personal con los conocimientos o calificaciones requeridas en estas jurisdicciones, o considerar la reubicación del personal directivo, que normalmente incurre en costos.
También es menos común en 2023 que las jurisdicciones permitan el mantenimiento de registros contables en el extranjero, como en un centro de servicios compartidos. Esto puede aumentar la complejidad para las empresas internacionales, ya que no pueden almacenar registros contables para múltiples jurisdicciones en la misma ubicación central. Por ejemplo, en Bolivia, la contabilidad debe llevarse en el país, de acuerdo con las normas contables bolivianas y en moneda local. Los contadores deben ser designados según las recomendaciones del Servicio de Impuestos Nacionales. Por tanto, no es sencillo adaptar y reproducir procesos contables o fiscales utilizados en otros lugares. La complejidad localizada puede crear peculiaridades que pueden resultar complicadas para las empresas internacionales.
La digitalización puede simplificar o dificultar los procesos
En los últimos años, cada vez más jurisdicciones han adoptado un enfoque digital para la contabilidad y los impuestos. Por un lado, esto puede simplificar los procesos o posiblemente abrir puertas a la automatización o a una mayor escalabilidad. Sin embargo, la adopción de nuevos procesos o la adaptación a nuevos programas informáticos, portales o formas de trabajar también puede representar una forma de complejidad para las empresas, que tratan de satisfacer necesidades cada vez más tecnológicas.
Desde 2020, es cada vez más común que los gobiernos exijan la emisión y carga digital de las facturas fiscales. Por ejemplo, en 2020 solo el 38 % de las jurisdicciones exigían que al menos algunas organizaciones emitieran facturas fiscales electrónicamente, porcentaje que aumentó al 53 % en 2023. Del mismo modo, en 2020, solo el 24 % de las jurisdicciones exigían que todas las organizaciones cargaran las facturas fiscales en una plataforma gubernamental, porcentaje que aumentará al 37 % en 2023.
Este movimiento hacia la digitalización es una tendencia que aumenta cada año y que va a continuar. Los gobiernos de todo el mundo ven la digitalización como el camino a seguir, y la mayoría tiende a alejarse de los métodos de trabajo basados en el papel.
Sin embargo, algunas jurisdicciones siguen aplicando este enfoque más tradicional a los procesos contables y fiscales, como en Egipto, donde todavía se exige el archivo en papel. Por lo tanto, sigue siendo necesario acudir de forma presencial ante las autoridades para completar algunos procesos, lo que crea complejidad para las organizaciones internacionales, ya que requieren tener presencia local en las jurisdicciones para poder operar.
Por otro lado, la digitalización también puede acarrear su propia complejidad. Por ejemplo, cada vez es más difícil adaptar el software contable a los requisitos locales: nuestros expertos en el 43 % de las jurisdicciones indican que no es fácil, frente al 35 % en 2020. Esto demuestra que, a medida que la digitalización se integra más en todo el mundo, las organizaciones pueden enfrentar desafíos a la hora de alinear su software contable y fiscal a nivel local.
La complejidad también puede derivarse del período de transición a medida que las jurisdicciones avanzan hacia los procesos digitales. Por ejemplo, en Rumania, la nueva legislación digital y los requisitos de cumplimiento, como el SAF-T, la facturación electrónica y el transporte electrónico, se han introducido sin la planificación y la preparación adecuadas. Las empresas pueden tener dificultades para adaptarse a formas de trabajar nuevas y a veces poco claras.
Francia, la jurisdicción más compleja del GBCI 2023, introdujo la "Guichet Unique" en 2022, cuyo objetivo es crear una "ventanilla única" para las empresas que se constituyan y operen en Francia. Aunque a largo plazo este servicio en línea contribuirá a simplificar el proceso de hacer negocios en la jurisdicción, se han notificado problemas iniciales, lo que demuestra que los cambios progresivos pueden dar lugar a trabajo adicional. A partir de 2024, el gobierno francés pretende empezar a introducir la implementación del proceso de facturación electrónica, que también puede acarrear cierta complejidad inicial.
"Diría que la facturación electrónica va a ser muy difícil los dos primeros años, pero en el futuro será mucho mejor. Será más fácil: es un sueño para los contadores. Pero la implementación, al principio, seguro será una pesadilla".
Experto de TMF Francia
Los gobiernos pueden ofrecer soporte para aliviar la complejidad
Debido al aumento de la complejidad contable y fiscal que se observa en numerosas jurisdicciones, los gobiernos están adoptando una postura de apoyo para ayudar a las organizaciones a satisfacer las demandas, como la apertura de canales de ayuda y orientación en línea para que las empresas puedan seguir cumpliendo la normativa.
En 2023, solo el 5 % de las jurisdicciones de todo el mundo no ofrecen orientación a las empresas para que sigan cumpliendo la normativa. Por ejemplo, Grecia, una de las jurisdicciones más complejas en materia de contabilidad e impuestos en 2023, no ofrece este tipo de ayuda. Las autoridades pueden tardar meses en responder a las consultas, lo que dificulta el cumplimiento a las empresas.
A pesar de algunos retos locales, el enfoque de apoyo que la mayoría de los gobiernos están adoptando ahora en todo el mundo funciona para combatir la creciente complejidad del espacio contable y tributario. Con el continuo endurecimiento de la legislación, el auge de la digitalización y la tensión siempre presente entre los enfoques locales e internacionales, será interesante observar cómo evoluciona el sector en los próximos años.
El Índice Global de Complejidad Corporativa 2023
Este artículo contiene información extraída del último informe elaborado por TMF Group: el Índice Global de Complejidad Corporativa 2023.
Obtenga información sobre la clasificación, el analisis y las tendencias globales del GBCI que le ayudarán a lidiar con los niveles de complejidad del cumplimiento corporativo internacional. Descargue el informe completo aquí.
Para saber más sobre los factores que impulsan la complejidad empresarial en las jurisdicciones que le interesan, explore nuestro Complexity Insights Dashboard (en inglés).
Originally published 27 July 2023
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