Por Fernando Becerril 1

En los últimos años, ha aumentado la tendencia de emprender y hacer crecer un negocio propio dentro el mercado. Este tipo de iniciativas están siendo adaptadas e impulsadas de forma concreta por aquellos que le apuestan a la innovación en cada una de sus áreas de práctica, lo cual promueve de manera natural la necesidad de desarrollar negocios basados en las últimas novedades tecnológicas o comerciales.

Nuestro país, desde hace ya varios años, ha buscado desde los sectores privados y públicos fomentar e impulsar un entorno que favorezca cada vez más proyectos innovadores y que consecuentemente, como resultado de todo ese esfuerzo, han demandado la creación de políticas públicas que promuevan la generación de tecnologías e iniciativas para un mejor desarrollo del ecosistema del emprendimiento y la innovación. El esfuerzo es y ha sido loable, sin embargo, sigue siendo un tema en la agenda nacional, en la que debemos continuar con apoyos y fondos tanto públicos como privados para capitalizar todo el empeño en un real desarrollo tecnológico.

En la historia de la humanidad han existido personalidades que han inspirado a otros a incursionar en el camino de la innovación como recientemente lo han sido Steve Jobs, Mark Zuckerberg o Elon Musk, quienes hoy en día son considerados líderes inspiradores que han impulsado varias de las actuales tendencias para el desarrollo tecnológico y económico de los proyectos, y con ello el enfoque que están teniendo los proyectos de innovación en muchos sectores.

La innovación ha sido una constante que nos ha acompañado durante toda nuestra evolución y que en los últimos 200 años se ha dado de forma cada vez con mayor velocidad. Esta tendencia nos ha permitido generar desarrollos desde los eminentemente mecánicos hasta los biotecnológicos. Hoy por hoy, las áreas tecnológicas que predominan en los procesos de innovación y emprendimiento son las relacionadas con la industria farmacéutica, la biotecnología, así como la electrónica y de comunicaciones.

Sin embargo, no hay que perder de vista que, como consecuencia de la convergencia de tecnologías, en los últimos años han ido apareciendo en el panorama tecnológico conceptos que presagian redefinir cómo concebimos nuestro entorno actual y que modificarán tal vez de manera substancial, la forma en que hacemos nuestras actividades diarias. Inteligencia artificial, big data, blockchain y el Internet of Things entre otros muchos temas, están ya presentes en nuestras vidas y llegan para retar nuestra capacidad de crear e innovar.

En los próximos años, las tendencias serán lideradas por sectores como la biomecánica, la medicina personalizada, los wearables, las tecnologías sustentables, la realidad virtual y el desarrollo de las telecomunicaciones e informática, de las cuales surgirán industrias y áreas especializadas que hace unas décadas no hubiéramos pensado como posibles y solamente las imaginábamos en los libros de ciencia ficción. Como resultado de toda esta tendencia, nuestro actual estilo de vida se verá impactado por las nuevas tecnológicas, de la misma forma en la que actualmente, hemos modificado nuestros patrones de consumo en sectores como la transportación, el hospedaje y el entretenimiento.

Para que todo esto se logre con éxito, empresarios y emprendedores deben desarrollar una sensibilidad para leer las necesidades del mercado y sobre todo, de plantear soluciones rápidas, viables y accesibles. Sin embargo, para conseguir llegar a este mundo al que aspiramos todos, es indispensable tomar en cuenta que, para poder capitalizar económicamente este esfuerzo en generación del conocimiento, se requiere de una correcta protección de los desarrollos tanto tecnológicos como comerciales. Ya en nuestra economía actual, los activos intangibles son una pieza fundamental para el desarrollo de las empresas y en los próximos años tomarán cada vez más un papel protagónico en nuestra economía.

Emprender es imaginar, creer, crear y actuar, pero lo más importante para que todo este esfuerzo obtenga resultados positivos es también saber identificar las oportunidades y desarrollar los proyectos. Y para ello es necesario innovar, proteger, colaborar, crear una marca con valor y, sobre todo, trabajar duro para llevar esas soluciones a la práctica.

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1 Fernando Becerril es socio de BC&B

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