En medio de rascacielos podemos apreciar, 500 años de nuestra historia. Fue en 1519 cuando Pedro Arias Dávila funda Nuestra Señora de la Asunción de Panamá, llamada hoy Panamá La Vieja, constituyéndose como la primera Ciudad de Panamá. Las ruinas de este complejo histórico guardan la historia de una ciudad que desde el momento de su creación cumplió con la función de unir al mundo; siendo el primer asentamiento español en el Océano Pacífico, acortando distancias entre continentes.

Nuestro primer reto como ciudad fue afrontar su destrucción luego del incendio provocado por el Gobernador Juan Pérez de Guzmán y Gozonga, en el intento de salvar a Panamá del saqueo del pirata Henry Morgan y secuaces, dejando la ciudad en ruinas. Como muestra de nuestra resiliencia, la ciudad se muda al Casco Antiguo y continúa llevando a cabo su función.

La ciudad de Panamá a lo largo de estos cinco siglos ha sido el epicentro para el intercambio comercial. Un ejemplo claro fue el tránsito de mercancía y comerciantes durante la época de las ferias de Portobello. Hoy en día, observamos el traslado de mercancía para el resto del mundo, solo que ya no atraviesa el Camino de Cruces, ni el Camino Real, por el contrario, el tránsito rudimentario ha pasado a ser sustituido por la modernidad gracias al Canal de Panamá.

Pero nuestra historia no se resume solo al ámbito comercial. También nos hemos forjado como un crisol de razas, tomando el paso de extranjeros por nuestra ciudad como la oportunidad perfecta de intercambiar conocimientos, culturas y tradiciones. En medio de nuestra celebración podemos observar la mezcla intercultural tanto en nuestra música, danzas, comidas y vestidos como en las diversas festividades para la celebración de este acontecimiento.

En medio de la alegría que enmarca esta celebración luego de 500 años como ciudad, es necesario reflexionar nuestro propósito como ciudad y el futuro que deseamos construir como panameños. La forma en la que está constituida nuestra propia ciudad nos invita a esta reflexión, si atravesamos la ciudad de Panamá podemos observar cómo conviven pacíficamente sus distintas etapas: Panamá La Vieja, Casco Antiguo y la periferia que hoy la constituye. En estos próximos 500 años ¿cuál es nuestra siguiente etapa como ciudad? Si contrastamos nuestra historia con la realidad actual de nuestra ciudad, veremos que hemos avanzado en diversos aspectos, mientras en otros nos hemos quedado rezagados.

Para seguir siendo "puente del mundo, corazón del universo" es necesario hacer un contraste entre nuestra historia y nuestro presente; la única formula que nos dará la respuesta para construir nuestro futuro.

Entre tanto, hoy 15 de agosto de 2019 celebramos en medio de diversas festividades que resaltan nuestra panameñidad. Las calles se han vestido de fiesta en medio de eventos culturales, musicales, movimientos artísticos entre otros. El Metro de Panamá contará con diversos espectáculos artísticos como conmemoración a esta fecha. Nuevamente, nuestra ciudad se convierte en protagonista, esta vez celebrando 500 años uniendo al mundo.

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